Té oolong: todo lo que debes saber y cuáles probar

Antonella Grandinetti
Antonella Grandinetti
Té oolong: todo lo que debes saber y cuáles probar

El té oolong es un té cultivado principalmente en la China y Taiwán. El aspecto de este té, de hojas largas, oscuras y rizadas da origen a su nombre según la Leyenda; oolong significa dragón negro en chino. 

El té oolong, también conocido como té azul, es un té tremendamente popular en la China. 

Hablar de té oolong no es sencillo. Al menos, no lo es generalizar porque cada oolong puede ser diferente en relación a su proceso de elaboración y, específicamente, su fase de oxidación. Así, mientras algunos oolongs se acercan más al sabor, aroma y color de un té verde, otros tienen mayores similitudes con un té negro.

Origen del té oolong

Como ya te adelantamos, el té oolong es se cultiva principalmente en la China, aunque también hay plantaciones en Taiwán, Vietnam y la India.

Si nos referimos a su origen, la leyenda cuenta que el oolong nació el Monte Wuji, en el condado de Anxi, en la región de Fujian, China. Esta región ha sido protegida y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Si bien, como toda leyenda, no es posible rastrear su veracidad, algunos poemas de la Dinastía Qing hacen referencia al mismo.

Ahora bien ¿de dónde proviene su nombre? La historia que acabamos de referir no da respuesta a eso y para obtener una, debemos recurrir a otra fábula que pasa de generación en generación. Se cree que el oolong es descendiente del té Xi Shi Hay (el “pastel de té dragón-fénix”) y, por este motivo, se lo denominó oolong o dragón negro en chino.

Sin embargo, algunas personas señalan que la elección del nombre nada tuvo que ver con lo que hemos contado sino, simplemente, con el aspecto de este té: sus hojas son largas, oscuras y rizadas, y recuerdan a un elegante dragón negro.

La última teoría que circula al respecto enlaza su nombre al de su posible descubridor: un señor llamado Wulong que olvidó las hojas del té bajo el sol, distraído por cazar un ciervo. Al volver a recogerlas, las mismas se habían comenzado a oxidar. De allí, provendría la deformación que hoy conocemos como oolong. ¿Cuál de estos mitos prefieres creer?

bandeja de té chino

Elaboración del té oolong

Para elaborar el té azul, se cosechan las hojas de la planta del té, la Camellia sinensis y, tras la recolección, se marchitan al sol para, luego, removerse en cestas de bambú. De esta manera, las hojas se rompen levemente.

Una vez rasgadas, se las somete a un proceso de oxidación. La duración de esta etapa determinará tanto el sabor como el aroma y el color del oolong, asemejándolo más a un té negro o a un té verde según el tiempo que se oxide.

En realidad, un oolong se considera un té semioxidado o parcialmente oxidado; es decir que no llega a la oxidación completa del té negro pero, tampoco, se consume al natural como un té blanco. De hecho, si pusiésemos el té negro, totalmente oxidado, en un extremo, y en el otro, el té verde, sin oxidación, el oolong estaría en medio, más cerca de uno o del otro según la duración del proceso de oxidación al que se sometan las hojas.

Su gama de sabores varía en consecuencia: existen oolongs claros, oolongs oscuros y oolongs verdes, cada uno con sus propias complejidades y aromas.

Tras la oxidación, las hojas, que adquieren un tono amarillento, en muchos casos con bordes de tonalidades rojizas, se enrollan o se prensan hasta formar bolas, dependiendo de la variedad que se esté produciendo.

¿A qué sabe el té oolong?

Es difícil explicar a qué sabe un oolong, justamente porque pueden existir diferentes variedades. En general, podríamos decir que el té azul tiene sabores más bien suaves, más relacionados con el té verde que con el negro, aunque es posible encontrar variedades con mayor intensidad.

Se suele caracterizar por tener aromas frutales o florales que varían en función de su oxidación. En cuanto a su color en taza, el mismo es tan variable como sus sabores, yendo desde un verde suave y con reminiscencias amarillentas hasta un verde profundo con tonalidades azuladas.

Si hablamos de los sabores, existe un amplio abanico en lo que compete a los oolongs. Pueden ser dulces, afrutados y con aromas a miel, o leñosos y espesos con aromas tostados, o verdes y frescos. Las características de su cultivo y estilo de producción dejan, sin dudas, una marca ineludible en el té.

6 de las mejores variedades de té oolong

Los tés Oolong ofrecen sabores envolventes que van desde dulces y florales hasta ahumados y tostados. Con los que te proponemos, no te puedes equivocar al elegir un oolong.

Gran Túnica Roja (Da Hong Pao), el oolong del emperador

Dice la leyenda que un emperador de la dinastía Ming vistió con grandes túnicas rojas a los cuatro arbustos de té con los que se realizó la infusión que curó a su madre de una rara enfermedad y, así, adquirió su nombre de Gran Túnica Roja.

El Da Hong Pao es un té oolong oscuro altamente oxidado que se cultiva en las montañas Wuyi, en la provincia china de Fujian, a unos 650 metros sobre el nivel del mar.

Merece la pena destacar que los árboles que se cultivan en esta región están bajo estricta vigilancia del gobierno chino ya que se trata de plantas de gran antigüedad.

Se trata de un té muy apreciado y a menudo de precios prohibitivos que se relacionan son la protección gubernamental mencionada anteriormente y, también, con su método de elaboración que incluye una limpieza regular con leche de cabra, un horneado leve y un proceso de maduración extenso.

El té tiene un sabor más intenso y, por ende, poco habitual entre los oolongs, con aromas cálidos y tostados combinados con gustos florales.

Si quieres saber más al respecto, visita nuestro artículo sobre Da Hong Pao.

Diosa de hierro de la Misericordia (Tieguanyin), el té de los monos recolectores

Según cuenta la leyenda, los monjes budistas de la zona entrenaron monos para cosechar las hojas de las plantas de té que crecían en los escarpados bordes de los acantilados de la zona. Estas hojas escogidas por los monos donde ningún humano se atrevía a pisar servían para fabricar los tés oolong de mayor calidad, reservados únicamente para los emperadores de China.

El oolong tieguanyin se cultiva en Anxi, en la parte sureste de Fujian, ciudad que en 1995 fue nombrada la capital del té oolong por el Ministerio Chino de Agricultura. Según los registros, el cultivo de té de esta zona data de la dinastía Tang (618 d.C.), cuando la diosa de la misericordia indicó a un campesino donde se hallaba la primera planta que dio origen al oolong.

Se trata de un té de sabor fresco, enérgico y herbáceo, con un agradable postgusto refrescante, que se asemeja a los sabores típicos del té verde aunque sin astringencia.

El oolong más ligero, Pouchong

El Pouchong, conocido también como Baozhong, se produce tanto en China como en Taiwán y su nombre hace referencia a una parte curiosa de su proceso de elaboración: las hojas se envuelven en papel durante el proceso de secado. Esta práctica influye en su aroma y su sabor.

Es considerado el té oolong más ligero y su sabor es solamente un poco más intenso que el de algunos tés verdes. Tiene una fragancia delicada y floral; su ligera oxidación le confiere un sabor dulce, con un toque de melón, y sin astringencia, que permanece en el paladar mucho después de tu último sorbo.

Oolong de leche (Jinxuan)

Esta variedad de oolong nació en Taiwán y, hoy en día, se prepara también en Tailandia. Recibe, además, los nombres de Nai Xiang o, simplemente, 12.

Curiosamente, a diferencia de los oolongs chinos que se cosechan en las montañas Wuji, estos las plantas con las que se elabora el Jinxuan tienen un gran rendimiento y, por esto, son muy populares entre los agricultores del té.

El té de jinxuan combina aromas florales con un sabor suave, cremoso y mantecoso, por lo que en ocasiones es comparado con el de la leche. Esto ocurre de forma natural, sin añadir ningún aditivo, aunque existen productores que realizan tés saborizados que imitan la cremosidad del té de jinxuan de forma artificial.

té oolong de hojas enrolladas
Suguri F(すぐり) [CC BY-SA 3.0]

Oolong ahumado de Assam, ahumado pero no tanto

El té de Assam se obtiene de la variante Assamica de la Camellia Sinensis, de hojas más grandes que su prima de China.

Esta es una de las raras variedades de oolong producidas en la India, tan rara que no es fácil de conseguir aquí en Occidente. Su sabor es suave y malteado, con notas frutales y de tabaco que se deben a su proceso de elaboración.

Si bien la producción de este té sigue los métodos clásicos chinos, atraviesa luego un proceso de ahumado con madera de roble que le otorga un carácter peculiar. A diferencia de otros tés ahumados como el lapsang souchong, el ahumado es más suave y menos picante, otorgándole carácter pero sin encubrir los sabores naturales de las hojas.

Oolong de Darjeeling, el oolong moscatel

Si bien al hablar de Darjeeling, habitualmente nos referimos al té negro, en este caso hablamos del oolong, una variedad menos conocida pero con matices muy interesantes.

El mismo se produce a más de 3000 pies de altitud sobre el nivel del mar en zonas con temperaturas anuales que van desde los 5 hasta los 20 ° C.

Para elaborarlo, se cosechan hojas y brotes que, luego, se marchitan al sol. Tras el enrollado a mano, se calientan a altas temperaturas para detener la oxidación.

Este té supone un matrimonio bien avenido entre las notas de madera y moscatel típicas de los tés de Darjeeling con los toques aromáticos y florales de los oolong chinos. El resultado es un té con bastante cuerpo, redondo y con matices de orquídeas, que se observa de color verde anaranjado.

Cómo tomar el té oolong

Dado que hay diferentes variedades de té oolong, no hay una única manera perfecta de preparar tu taza de té. Usa lo siguiente como una guía general y ajusta cada paso según tu gusto y la instrucciones del fabricante.

Paso 1: prepara el té

Usa una cucharadita de té (~2 g) por cada taza de agua.

Paso 2: prepara el agua

Evita el agua del grifo en la medida de lo posible. Los sabores de cloro, aunque sean leves, pueden afectar el delicado sabor del té.

Calienta el agua hasta que hierva y dale tiempo a que baje unos pocos grados.

Llena media taza con el agua y deséchala, esto sirve para abrir y limpiar las hojas de té. A continuación, llena la taza.

Paso 3: reposa

Deja infusionar las hojas de té entre 1 y 5 minutos. Puedes ir probando el té para adaptarlo a tu gusto.

Los tiempos de infusionado más largo permiten que se liberen nuevos matices en el sabor, obteniendo un té más rico y con mayor cuerpo.

¿Cuál de estas variedades de té oolong piensas descubrir en un futuro cercano? Estamos seguros de que disfrutarás de cada una de ellas y sus matices.

Antonella Grandinetti
Antonella Grandinetti

Redactora creativa todoterreno y mamá por tres. Disfruto leyendo y escribiendo desde artículos hasta novelas. Me apasiona viajar y pasar tiempo soñando despierta con mis peques. Amante del mate y el té.

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