El pu-erh, más conocido en Occidente como té rojo, es uno de los tés más peculiares del mundo por su forma de elaboración. Durante esta, se deja que el té fermente por un tiempo en un entorno controlado. Esto le da un característico sabor terroso y unos beneficios para la salud muy particulares.
El té rojo es un té delicado. El proceso de fermentación modifica el té, reduciendo su astringencia y suavizando su sabor. Ahora bien, ¿importa esto a la hora de preparar una taza de pu-erh? Acompáñanos a descubrir cómo preparar té rojo de la manera correcta.
El pu-erh se elabora en China, donde se siguen unas normas específicas para su cosecha y preparación. Son tan estrictas que podríamos compararlas con las que se siguen para la elaboración de un vino con denominación de origen.
De hecho, el té rojo se produce específicamente en la región china de Yunnan, donde el terreno y el clima le imprimen su carácter. Si no se produce en la zona y según las reglas establecidas, no es pu-erh.
Si bien el pu-erh también se obtiene a partir de las hojas de la Camellia Sinensis, al igual que las variedades de té negro y verde, difiere totalmente de dichas clases de té por su modo de producción. ¿A qué nos referimos?
A parte del proceso de oxidación, las hojas se someten a un proceso de fermentación en el que distintos hongos y bacterias modifican la naturaleza del té y actúan sobre su sabor y sus propiedades para la salud.
El sabor del pu-erh se diferencia de todo lo que puedas haber probado hasta el momento en el mundo de los tés. Su proceso de fermentación modifica su aroma, color en taza, propiedades y, por supuesto, su sabor.
Descrito generalmente como terroso, es interesante destacar que existe una enorme gama de sabores tras el té rojo que depende de su edad.
Mientras los tés más jóvenes son levemente amargos y más florales en boca, los más envejecidos adoptan sabores más complejos y suaves, con notas de moho que se deben a su proceso de fermentación.
El primer paso, por supuesto, es escoger un té de calidad. El té rojo de calidad alta puede conseguirse en dos formatos: hojas sueltas o las llamadas galletas o pasteles, bloques de té prensados en formas normalmente cilíndricas.
Por lo general los pasteles se realizan con té envejecido, aunque es posible encontrarlos también de té joven.
El formato del té hará necesario seguir unos pasos diferentes si se trata de un pastel. Te ofrecemos las instrucciones para obtener toda la gama de sabores que se espera de esta deliciosa bebida.
Si hemos conseguido pu-erh en pastel, lo ideal es suavizar las hojas que vayamos a utilizar antes de comenzar.
Para ello, debemos separar la cantidad deseada de té (unos 4 o 5 gramos por taza) tratando de no estropear demasiado el bloque. Puedes usar un punzón o un cuchillo con punta para pinchar y levantar una parte. No es conveniente cortar.
A continuación, coloca la porción de té en un infusor. Ponlo dentro de una taza y añade agua caliente (no hirviendo) hasta cubrir las hojas. Permite que el trocito de pastel se empape y saca el infusor durante algunos segundos. Esto permitirá que las hojas se ablanden levemente y suelten mejor los sabores al infusionar. Retiramos y descartamos el agua utilizada. Recuerda que este proceso debe ser breve.
Ahora llega el momento de infusionar: calentamos el agua a 90ºC y vertemos dentro de la taza. Insertamos dentro el infusor y dejamos reposar. El tiempo variará en relación a tus gustos, por lo general se considera que se debe infusionar entre 2 y 4 minutos, según se desee un sabor más suave o intenso. Puedes infusionar dos minutos y probar el té. Si lo prefieres más intenso, deja infusionar otros 30 segundos y vuelve a probar. Este proceso puedes realizarlo hasta cumplirse los 4 minutos de infusionado. No dejes el pu-erh durante más tiempo en el agua para evitar que se amargue.
En el caso de tener pastel de pu-erh joven, el agua debería estar unos grados más fresca (lo ideal es a 85ºC) y el tiempo de infusión debería bajar a un máximo de 3 minutos, para evitar que el té amargue.
De cualquier manera, utilices la clase que utilices, nunca prepares tu té rojo con agua hirviendo ya que, al igual que sucede con el té verde, el calor excesivo actúa sobre las hojas haciendo que liberan más taninos que provocan sabores amargos.
Preparar té rojo en forma de hojas sueltas (loose leaf) no necesita ningún tratamiento especial antes de infusionar. De hecho, la infusión se prepara de manera similar a lo anteriormente explicado con tan solo algunas diferencias:
Ahora que sabes preparar una taza perfecta de pu-erh queremos aconsejarte cómo acompañarlo adecuadamente para que puedas disfrutar de todos los matices de su sabor de la mejor manera posible.
Su sabor terroso combina muy bien con carnes, alimentos grasos o muy especiados, motivo por el cual podrías disfrutar de esta bebida durante o después de una comida e, incluso, utilizarla para marinar alguna carne u obtener una salsa con un sabor totalmente novedoso.
El té rojo se lleva bien con las setas y los quesos fuertes (como el queso de cabra). Por lo general, se lo suele tomar con platos salados aunque también puedes beberlo junto con un trozo de chocolate negro.
El pu-erh es un té diferente, con matices capaces de conquistar a los paladares más exigentes. ¿Te atreves a prepararlo en casa?
Redactora creativa todoterreno y mamá por tres. Disfruto leyendo y escribiendo desde artículos hasta novelas. Me apasiona viajar y pasar tiempo soñando despierta con mis peques. Amante del mate y el té.