Si piensas en lugares de producción de té, probablemente te vienen a la cabeza regiones remotas con climas tropicales en Asia. Sin embargo, tienes más cerca de lo que crees una zona donde la Camellia sinensis se cultiva y da lugar a un singular té blanco marcado por el Océano Atlántico.
Y es que a la planta del té no solo le gustan las lluvias monzónicas, sino que disfruta también con el orballo, la lluvia liviana gallega.
Hace poco descubrimos un proyecto súper interesante, no solo porque cultiva una planta poco habitual en el suelo español (y también en el europeo), sino porque tienen muy claros valores como la sostenibilidad y la potenciación del desatendido rural gallego. Hoy lo compartimos con vosotros.
Entrevistamos a Óscar Torres, responsable de comunicación de la empresa Orballo, que cultiva y elabora productos ecológicos entre los que destacan alguna variedad de té y unas impresionantes infusiones.
¿Cómo empezó el proyecto? ¿Cómo se os ocurrió cultivar té en Galicia?
La Camelia llega a Galicia en el siglo XVIII y su cultivo se va extendiendo hasta convertirse oficialmente en la flor de Galicia. Siempre ha estado ligada a la ornamentación y actualmente existe una importante cultura alrededor de la camelia gallega.
Sin embargo, no ha habido demasiado interés por el cultivo de Camelia Sinensis, la variedad a partir de la que se produce té. Si bien es cierto que existían pequeños jardines de alrededor de 200 plantas, nunca nadie se había planteado crear un producto con el objetivo de hacerlo llegar a todas las personas.
Ahí es donde entramos nosotros ya que, bajo esta premisa, decidimos iniciar un proyecto en colaboración con el Centro Fitopatolóxico de Areeiro. Fue una colaboración en forma de proyecto de investigación, por el cual se pretendía demostrar que la producción de té en Galicia podría ser sostenible.
Durante este proceso Areeiro aportaba la parte científica desarrollando determinados fenotipos que encajasen con las características del suelo. Orballo aporta la parte del cultivo y estudio de viabilidad. Ahora estamos preparados para sacar al mercado un producto final con unas características muy especiales.
¿Qué tiene Galicia que permita cultivar té?
La camelia se puede cultivar en cualquier terreno que sea húmedo, pues necesita mucho riego, y ácido. La mayoría del territorio gallego cumple a la perfección esas dos condiciones. Por otro lado, dichas particularidades del suelo, aportan unos matices únicos al producto.
No es lo mismo un té de Sri Lanka, China o Galicia. En el caso de Galicia hemos creado un té único muy diferente a otros del mundo, el cual puedes diferenciar de otros con facilidad.
¿La producción ecológica fue una apuesta inicial o comenzó después? ¿Qué os motivó a emprender este camino?
Lo tuvimos claro desde el principio. El cariño por la naturaleza y el arraigo a la tierra es algo que une a toda las personas que trabajamos en Orballo. Para nosotros ecológico es una forma de entender el mundo. Es respetar y cuidar lo que nos rodea, entender que estamos aquí para cuidar la tierra y dejársela a nuestros hijos y nietos en mejor estado que nos la encontramos. Es toda una experiencia estar trabajando en el campo y ver que todas nuestras plantas están llenas de insectos, aves, mamíferos,... es una biodiversidad abrumadora.
¿Qué impacto tiene esto en vuestra producción?
Esto hace que nuestra producción no sea tan elevada, pero la calidad de todos los productos de Orballo es incomparable.
Vuestro proyecto es peculiar no solamente por el tipo de cultivo, se distingue también por incorporar una visión para el desarrollo local. ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene montar una empresa en Paderne?
Las principales desventajas se dieron al principio del proyecto fueron tanto la definición del mismo como la idiosincrasia del lugar. Aunque los gallegos somos un pueblo muy noble y generoso, también somos desconfiados y distantes. Al principio cuesta un poco.
Ahora, ya con una cierta escala y credibilidad, hemos demostrado que nuestro proyecto es coherente y congruente con nuestra forma de entender el mundo. Una vez que te conocen, todo el mundo te abre las puertas y tienden las manos para ayudar. Esa forma de entender el mundo en el rural gallego quizá sea el mayor inconveniente y a la vez la mayor ventaja.
Luego problemas de logística típicos del rural. Que no llega el wifi, que no haya cobertura, que los transportistas a veces se pierden,... pero se quedan en meras anécdotas.
El proyecto es bastante joven. ¿Cuántas cosechas lleváis ya? ¿Qué retos habéis superado para llegar hasta aquí?
Orballo nace en 2012 como un proyecto de revalorización de los montes gallegos. Años más tarde empezábamos con el estudio del té y hemos ido escalando hasta alcanzar el volumen de cultivo actual.
La recolección de brotes se ha ido haciendo desde el principio, pues la camelia es una planta que agradece la cosecha. Con nuestra experiencia podemos decir que alcanzamos los ratios de producción a partir del cuarto año de crecimiento de la planta. Bajo esa premisa, llevamos 3 años cosechando y procesando té. Es relativamente poco tiempo, por lo que es una industria con muchas oportunidades de desarrollo. En cuanto a los retos, los propios de cualquier cultivo con métodos ecológicos.
¿Qué envergadura tiene ahora mismo el proyecto?
Actualmente contamos con 4ha productivas dedicadas a la camelia, más otras tantas aún en desarrollo. Los cultivos se gestionan todo el año con 4 personas y la recolección se hace de forma manual, por lo que en días de cosecha alcanzamos las 10 o 12. Aproximadamente 20000 plantas con una producción que alcanza las 4000 unidades. Aunque vamos aumentando superficie de cultivo, al tratarse de un proyecto a medio plazo, todavía es un producto muy exclusivo.
¿Cómo enfocáis la elaboración del té? ¿Lo hacéis vosotros mismos o contáis con algún socio externo?
Nos apoyamos en profesionales del sector que nos visitan asiduamente para compartir experiencias y conocimiento. Aunque el té es una bebida con miles de años de tradición, existe muy poca información pública sobre su cultivo o procesado.
¿Usáis alguna técnica especial o habéis importado métodos de elaboración clásicos? ¿Como ha sido el proceso de aprendizaje?
Utilizamos las técnicas habituales y todavía estamos aprendiendo. En el proceso de elaboración del té influyen multitud de factores, por lo que un procesado nunca es igual a otro. Aunque no descartamos aportar algún tipo de innovación al proceso, todavía estamos en una fase muy temprana.
¿Qué tipos de té producís? ¿Tenéis planes para ampliarlas?
Hemos empezado con té blanco de corte imperial apostando por la calidad. Al ser una producción muy limitada, intentamos aportar el máximo valor al producto. Este año hemos hecho pruebas de té verde con resultados muy positivos. En un futuro nos decantamos por la variedad que ofrezca una mejor respuesta a las necesidades del mercado.
¿Cómo los describirías? ¿Se diferencian en algún aspecto concreto de otros tés más habituales para el consumidor?
Decimos que es un té muy especial, diferente. Por lo que estamos muy contentos ya que ese es nuestro objetivo. Hacer productos diferentes, que aporten algo, que cuenten una historia del lugar. Tendriais que probarlo, pero adelantamos que el mar está muy presente en este té.
También cultiváis plantas aromáticas que usáis para elaborar infusiones o mezclas de té. ¿Cuál/es es/son vuestros productos estrella?
Todos los productos de Orballo tienen un punto diferencial con respecto al resto de la oferta que hay en el mercado.
Cuando cultivas, adquieres un conocimiento sobre la materia que consigue fijar las características específicas de tu producto. Se dice que nuestro orégano es muy especial, y es porque conocemos una variedad que nosotros creemos es la óptima. Lo mismo con las infusiones, que actualmente son el top ventas.
Un té de calidad no tienen nada que ver con la oferta convencional en los supermercados. Este es un hecho que solamente conocen las personas que se desenvuelven en el mundo del té y han tenido la oportunidad de probar uno de calidad. Pareciera otro producto. Con las infusiones intentamos ofrecer al consumidor de a pie la oportunidad de disfrutar de productos de calidad.
¿Vendéis fuera de España? ¿Cuál es la reacción de la gente a un “té europeo”?
Los productos de Orballo pueden encontrarse en España, México y Alemania, aunque por el momento no hemos realizado ninguna venta de té fuera de España. Somos conocedores de que despierta gran interés, pues ya son varios los compradores que se han puesto en contacto con nosotros. Este año lo comercializaremos vía online a través de nuestra tienda que inauguramos para la ocasión. Para Orballo es clave fijar la estrategia de distribución, agregando el máximo valor y que este se quede en Galicia.
La producción del té en Europa es testimonial. Solo nos consta a cierta escala en las Azores. ¿Véis futuro para este sector en Europa?
Actualmente existen multitud de jardines de té distribuidos por toda Europa. Territorios como Galicia, Portugal continental e incluso Inglaterra ya cuentan con pequeños proyectos de té en los que están estudiando su viabilidad. Creemos que habrá futuro en la medida en que se consiga crear un producto diferencial que aporte una experiencia diferente al consumidor.
¿Cómo véis vuestro futuro? ¿Hacia dónde quiere ir la empresa?
Queremos ser un actor más dentro del mundo del té, aportando innovación al sector y desarrollando nuevos productos de la camelia. Como empresa nos vemos ayudando a generar un modelo productivo que aproveche el potencial del rural gallego, siempre respetando a las personas y al medio ambiente.
Muchas gracias, Óscar. Para terminar ya. ¿Dónde podemos encontrar vuestros productos?
En cualquier tienda de productos ecológicos de España tienen todo nuestro surtido. Si no los encuentras puedes preguntar, tienen acceso a ellos.
También algunas referencias en supermercados Eroski en Galicia, La Sirena en Cataluña y Madrid, y los supermercados El Corte Inglés de todo el país. Antes de finalizar el año abriremos una nueva tienda online en la que se podrá adquirir el té en exclusiva, además de otros productos.
Apasionada por los temas relacionados con la gastronomía y la salud. Me encanta la montaña, correr, la vida activa y mis gatos.
