¿Cuáles son los tés más saludables?

Antonella Grandinetti
Antonella Grandinetti
¿Cuáles son los tés más saludables?

¿Te has preguntado alguna vez cuáles son los tés más saludables? Seguro que sí. Por eso, en Infusionismo nos hemos propuesto realizar un ranking para que puedas escoger tu reconfortante taza de té con motivos (más allá de su sabor, ¡claro!)

Para hacerlo, hemos echado mano a la literatura científica actual: qué dicen los estudios existentes y qué consenso generan en la comunidad científica. Como siempre que hay un ranking, hay un sesgo, pero no sufras. Todos, y repetimos, todos los tés son bebidas saludables, así que no te equivocarás al elegir.

Ranking de los tés más saludables

En esta ocasión, nos ceñiremos solamente a los tés propiamente dichos. Es decir que solamente analizaremos las infusiones que se elaboran con las hojas de la Camellia sinensis, la planta del té.

Merece la pena recordar que los tés son infusiones pero no toda infusión es un té. A pesar de que, de manera cotidiana, hablamos de “té” de manzanilla, “té” de jengibre o “té” de menta, estos no son tés verdaderos, sino infusiones, ya que no provienen de la planta del té.

Ahora sí, nos metemos de lleno en el análisis para determinar cuáles son los tés más saludables. Un paréntesis antes de comenzar: el té, en general, es una bebida saludable; es decir que toda variedad aporta diferentes beneficios para la salud.

En el puesto número 1: el té verde

Lo cierto es que la cima del ranking ha sido muy difícil de definir. La pelea final estuvo entre el té verde y el té blanco, ya que ambos son tés poco procesados y, por ende, mantienen una mayor cantidad de sus nutrientes esenciales y sus propiedades para la salud.

Entonces… ¿por qué escogimos el té verde? Vamos a verlo.

Las hojas de la Camellia sinensis son ricas en flavonoides, unas sustancias de la familia de los polifenoles que tienen propiedades antioxidantes. Esto significa que, al entrar en tu organismo, combaten los radicales libres, unas moléculas que generan el estrés oxidativo que desencadena todo tipo de enfermedades: cardíacas, cerebrovasculares, degenerativas e, incluso, cáncer. Cuanto menor es el proceso de oxidación, mayor es la presencia de antioxidantes(1).

De este modo, puede decirse que la cantidad de antioxidantes del té verde y del té blanco es superior a la del té negro, el azul o el rojo.

De esta manera, según algunos estudios, beber té verde ayudaría a disminuir la tensión arterial y, así, el riesgo de enfermedades cerebrovasculares y cardíacas, reducir la presencia de colesterol en sangre, y prevenir la diabetes y el cáncer (2).

té verde matcha

Por otra parte, los antioxidantes ayudan a combatir el envejecimiento prematuro. Es decir que consumir regularmente té verde te permitiría tener una piel más joven y tersa.

Pero eso no es todo… El té verde es famoso por sus propiedades “adelgazantes”, ya que su consumo aumentaría el metabolismo, permitiendo así la quema de grasas. En este punto, cabe señalar que el té blanco potenciaría el metabolismo aún más que el verde, como señalan diferentes estudios (3).

Entonces ¿por qué el té verde está en primer lugar? Pues, sencillamente, por su aporte de cafeína. Si bien es difícil comparar la cantidad de cafeína que tiene cada té, ya que esto no depende solamente de la variedad sino de la época de cultivo, del territorio y de otras muchas variables, sí es posible decir que, en general, el té verde tiene mayor cantidad de cafeína que el té blanco.

¿Y por qué sería bueno esto? Todo depende de quién lo beba, pero la mayoría de las personas busca un efecto estimulante en su bebida y, si ese fuese el caso, el té verde aporta una dosis de cafeína capaz de estimular el cerebro al mismo tiempo que su L-teanina favorece la relación (4). Por lo tanto, estaríamos hablando de una atención y concentración relajada.

Si bebes el té verde de manera moderada, podrás aprovechar sus beneficios para la salud, incluido el efecto estimulante.

Té blanco, en un cercano segundo puesto

Como ya te comentamos en el punto anterior, el té blanco se ha quedado muy cerca de conquistar el primer lugar de nuestro podio. Lo hemos relegado al segundo puesto porque, fundamentalmente, existe mucha más literatura científica que documenta los beneficios del té verde.

El té blanco es el menos procesado de los tés, así que sería el que mantiene más intactas todas sus propiedades y beneficios para la salud.

De este modo, el té blanco sería el que mayor potencial antioxidante tiene, con lo cual tendría el mayor efecto protector contra el envejecimiento prematuro y las enfermedades degenerativas (5, 6, 7).

Té negro, en el podio

La variedad de té más consumida en el mundo occidental se queda con el último puesto del podio al aportar sustancias antioxidantes que ayudan a disminuir el riesgo de infarto y de accidente cerebrovascular, regular la diabetes y disminuir la presión arterial alta (8, 9, 10). Además, su aporte de cafeína lo convierte en una excelente opción para aquellos días que necesitas un extra de energía.

Ahora bien, si sus propiedades son similares a las de los dos tés mencionados anteriormente, ¿por qué un tercer lugar? Pues por el superior aporte de cafeína y el inferior aporte de flavonoides del té negro. Recordemos que la primera sustancia puede consumirse pero siempre de manera moderada para evitar efectos secundarios y los flavonoides son los responsables de algunas de las grandes bondades del té.

té rojo rodeado de flores

Pu-ehr, un cercano cuarto lugar

Definir este puesto, con el que cerraremos el ranking tampoco ha sido fácil, ya que el té rojo es muy saludable. De hecho, nos hemos preguntado si no deberías estar en el tercer puesto.

¿Por qué? Pues porque el proceso de fermentación al que se lo somete le aporta una nueva y saludable dimensión a este té. Por ejemplo, se cree que ayudaría a mitigar la osteoporosis (11), reducir el ácido úrico (12) y, además, aportaría un aminoácido llamado GABA que regularía la producción de melanina, es decir que contribuiría a la calidad del sueño.

¿Y entonces por qué lo hemos dejado por detrás del té negro? Pues porque muchos de los estudios que señalan sus beneficios han sido realizados en animales y no existen pruebas 100% fehacientes de que sus resultados se obtengan de igual manera en humanos.

En conclusión, aquí tienes los 4 tés más saludables. Recuerda que esto no significa que los demás tés, como el oolong o el amarillo, no sean sanos. ¡Claro que no! Este es un simple análisis que hemos realizado sobre la base de la información científica actual pero, como todo, puede modificarse en un futuro.

Fuentes:

  1. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3831543/    
  2. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6562590/
  3. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/19409077/
  4. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23883567/
  5. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30251345/
  6. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29188874/
  7. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29737820/
  8. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5429329/
  9. https://www.researchgate.net/publication/282120147_Addition_of_milk_to_tea_infusions-helpful_or_harmful_Evidence_from_in_vitro_and_in_vivo_studies_on_antioxidant_properties_-_A_review
  10. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/19228856/
  11. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28620304/
  12. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29069630/
Antonella Grandinetti
Antonella Grandinetti

Redactora creativa todoterreno y mamá por tres. Disfruto leyendo y escribiendo desde artículos hasta novelas. Me apasiona viajar y pasar tiempo soñando despierta con mis peques. Amante del mate y el té.

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