Si buscas la mejor manera de tomar tu té para aprovechar sus beneficios tenemos una respuesta: toma tu té verde con limón. Existen varios estudios que apoyan que la combinación de estos dos ingredientes potenciaría sus respectivas virtudes para el cuerpo humano.
En el mundo de la gastronomía, existen ejemplos célebres de productos que por sí solos saben riquísimos, pero que, con su pareja correcta, se convierten en una combinación demoledora.
Menta con chocolate, fresas con nata, melón con jamón, café y caramelo… Elementos aparentemente alejados cuyos sabores, sin embargo, se complementan a la perfección. El té verde con limón es un ejemplo. Unidos saben a gloria.
Sin embargo, la respuesta a esta pregunta requiere pensar más allá de en el paladar.
Existen indicios que los beneficios del té verde se ven amplificados al incorporarle limón. Un ejemplo es el poder antioxidante de la bebida, y no tan solo porque el limón sea una fuente de vitamina C, sino porque sus componentes evitarían la volatilización de las catequinas del té cuyo efecto es también antioxidante (17).
Este es solo un ejemplo. Veamos a continuación todos los beneficios de esta combinación demoledora.
El consumo de té verde se ha extendido por Occidente en los últimos años debido, principalmente, a su potencial adelgazante aunque, en realidad, aporta muchísimos otros beneficios al cuerpo humano. De la mano del limón, estos se verían multiplicados.
Lamentablemente, el sobrepeso y la obesidad son dos de las enfermedades más comunes en la actualidad. Según datos del Ministerio de Sanidad, el 14,5% de la población adulta en España padece de obesidad, mientras que el sobrepeso afecta al 38,5% (1).
Por este motivo, las ayudas para perder peso han cobrado tanta importancia en el día a día. Entre ellas, destaca el té verde. Pero con una salvedad respecto a alternativas menos confiables: existen muchos estudios científicos que corroboran sus propiedades.
En este caso tenemos dos ingredientes que aportan distintas propiedades, el té verde y el limón.
Un ensayo clínico de larga duración comprobó que quienes bebían té verde de manera regular tenían un menor índice de grasa corporal que quienes no lo consumían (2). Esto se debería a su contenido de cafeína y catequinas, dos sustancias que actúan facilitando la quema de grasas.
Por su parte, una publicación el Journal of Clinical Biochemistry and Nutrition (3) señaló que los polifenoles de los limones suprimen la ganancia de peso y la acumulación de grasa corporal al incrementar la oxidación y mejorar la síntesis de grasas en hígado (4).
¿No te parece que el té verde con limón puede, entonces, ser un buen aliado de tu dieta para adelgazar?
Tanto el té verde como el limón exhiben propiedades antibacterianas que servirían para protegernos de diversas infecciones. Por ejemplo, un estudio ha sugerido que el consumo de té verde ayuda a eliminar la presencia de bacterias de la cavidad bucal, protegiendo, así, a los dientes de la aparición de caries y a las encías de las enfermedades inflamatorias que las afectan, como la gingivitis (5).
El limón es rico en sustancias antioxidantes que tienen, también, propiedades antimicrobianas. Por este motivo, se recomienda tanto su consumo para eliminar gérmenes de la boca como su uso para limpiar superficies (6).
Hace ya muchos años que se estudia la relación entre el consumo de té, los hábitos de vida y la incidencia de cáncer. Si bien los resultados no son todavía concluyentes, algunos expertos sostienen que los polifenoles presentes en el té verde podrían reducir el riesgo de la aparición de cáncer.
Merece la pena aclarar que los polifenoles son moléculas con potencial antioxidante que, como tales, luchan contra los radicales libres para proteger, así, nuestro ADN del daño que estos causan. Tomemos en cuenta que el daño en el ADN puede desembocar en cáncer (7).
Particularmente, el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos apunta que se han podido detectar una inhibición del crecimiento de células tumorales en estudios sobre animales cuando éstas se han visto expuestas a la utilización de polifenoles (8).
Si nos referimos específicamente a los limones, sus componentes antioxidantes han mostrado propiedades para proteger al organismo de la proliferación de células anormales, al menos en animales (9, 10)
El limón aporta 53 mg de vitamina C por cada 100 g (11), alrededor del 50% de la dosis diaria recomendada. Esta es una buena noticia porque los datos científicos muestran que la ingesta de vitamina C protege al cuerpo de las enfermedades cardiovasculares (12).
Además, la fibra y los flavonoides presentes en el limón ayudan a disminuir la presencia de grasas y, por ende, de colesterol, uno de los marcadores de riesgo más importantes de enfermedades del corazón (13).
El té verde, por su lado, tampoco se queda atrás: su consumo reduce de manera llamativa los niveles de colesterol malo (LDL) en sangre (14). De esta manera, el té verde con limón serviría para proteger el corazón y disminuir el riesgo, por ejemplo, de infarto.
La medicina tradicional aconseja beber una taza de té verde tras una comida copiosa debido a su potencial relajante y digestivo. Si, además, le incorporas limón, multiplicarás este beneficio ya que la fibra soluble del limón, la pectina, ayuda a mejorar las digestiones pesadas.
¿Un consejo? Si sientes el estómago revuelto o pesado, bebe tu té con la pulpa del limón ya que es allí donde se concentra la pectina.
Las propiedades antidiabéticas del té verde han sido probadas por un estudio de la Universidad de Toyama (Japón) (15), mientras que los datos sobre la fibra del limón y su acción sobre los niveles de azúcar han sido señalados por la Revista Metabolism en 2012 (16).
Su combinación podría regular los niveles de azúcar en sangre, mejorando así la sensibilidad a la insulina. Cabe aclarar que si padeces de diabetes, por supuesto, debes seguir el tratamiento indicado por tu médico, se trataría tan sólo de un complemento.
La realidad es que puedes beber esta infusión en cualquier momento porque es, realmente, deliciosa. Sin embargo, suele ser recomendable por la mañana ya que, de esta manera, el cuerpo inicia su día con una buena dosis de antioxidantes y se quema una mayor proporción de grasas.
Ahora bien, ¿cómo preparar la mejor taza de té verde con limón del mundo? Lo primero que debes tener en cuenta es la temperatura del agua: si hierve, quemará las hojas del té y lo amargará.
Por este motivo, te recomendamos calentar el agua a entre 70ºC y 80ºC y, luego, incorporar 5 g de té verde. Deja que las hojas reposen durante 5 minutos y, finalmente, incorpora el zumo de limón antes de servir. La cantidad dependerá del sabor que busques: puedes colocar solo unas gotas para un leve deje cítrico o un par de cucharadas si prefieres el sabor ácido. De cualquier manera, puedes rectificar con un poco de miel si deseas suavizar el sabor.
El té verde con limón es un regalo de la naturaleza para nuestros paladares. Pruébalo y benefíciate de sus propiedades para proteger la salud.
Fuentes:
Redactora creativa todoterreno y mamá por tres. Disfruto leyendo y escribiendo desde artículos hasta novelas. Me apasiona viajar y pasar tiempo soñando despierta con mis peques. Amante del mate y el té.
